Por Francisco Sagal.
El sureste mexicano es una de las regiones mas ricas en recursos naturales y biodiversidad, en particular su zona de productos no renovables como el petróleo –administrada por Pemex– su zona ganadera como la de Arriaga y la zona costera de Chiapas, la zona cafetalera, la zona turística como el rio Suchiate, los lagos de Monte Bello, la cascada de Agua Azul, la zona maya y sus joyas antiguas como Palenque, Bonampak, Tikal, Chichen Itzá etc., Mérida y la Avenida Montejo, Ciudad del Carmen, Cancún –donde visitan más de 10 millones de turistas al año sus playas–. También no olvidemos su zona de selva negra, la selva lacandona, sus serranías de la Sierra Madre del Sur y de la Occidental. Paisajes naturales y socio-culturales hacen de esta porción de nuestro territorio una región demasiado importante en nuestra historia.
Sin embargo, la región no ha sido incorporada al desarrollo económico nacional que tuvo lugar en México después de la Revolución Mexicana, la de Villa y Zapata, tampoco después de la experiencia Cardenista en el gobierno, dejando una región controlada por el cacicazgo territorial, las empresas bananeras trasnacionales, el continuo emigrar de la población hacia los EE.UU., el menosprecio de sus culturas y tradiciones en el quehacer industrial y agrícola, la falta de apoyos gubernamentales a la educación, empleo, salud, vivienda, alimento, etc. El sureste mexicano también ha sido origen y fuente de una de las más grandes guerrillas y con más tradición, que con tácticas sumamente inteligentes han enfrentado al Estado mexicano.
Después de 500 años de dependencia inaugurada con la invasión y conquista española, después de que el EZLN tomara las principales ciudades del estado de Chiapas en diciembre de 1994 –espantando a la burguesía en sus fiestas de fin de año-, después de la consulta nacional por los derechos de los pueblos indígenas donde participaron más de 5000 delegados zapatistas y donde la nación entera se manifestó por su reconocimiento, después de una marcha nacional a la ciudad de México con la participación de 1 111 representantes de cada uno de los municipios y comunidades zapatistas, después de los Acuerdos de San Andrés con el gobierno federal para crear la ley COCOPA en donde el partido en el poder menospreció y no cumplió; los pueblos indígenas siguen demandando no solo exigencias económicas sino también reivindicaciones políticas, como el reconocimiento a la libre autodeterminación, gobierno propio, reconocimiento pleno en la Constitución Política mexicana de los derechos indígenas, como el derecho a la autonomía política con pleno respaldo presupuestario para las regiones indígenas en todo el país.
Sin embargo, la respuesta de la clase política en el poder ha sido la de instrumentar una política de contrainsurgencia a nivel nacional, una política de guerra de baja intensidad siguiendo el Plan Marshall de los EE.UU. Lejos de dar una respuesta favorable a las demandas indígenas se agudizó la represión, como ejemplo el caso Acteal, la represión a las organizaciones cooperativas, las ejecuciones extrajudiciales de dirigentes de las comunidades campesinas , encarcelamiento de indígenas, etc.
Las comunidades indígenas están en el sector mas empobrecido del campo mexicano, mas de 10 millones de indígenas demandan un cambio político del sistema económico que nos domina, es decir, demandan se cambie el régimen político de gobierno, de uno que responde a los intereses de los de arriba -la clase capitalista-, a uno que responda a los intereses de los de abajo, a los oprimidos y explotados y también reemplace al sistema capitalista por un sistema socialista y comunitario; demandan un cambio político que atienda sus reclamos sociales, que sean tomados en cuenta en la definición de un nuevo desarrollo nacional del país, respetando su cultura, tradiciones, quehaceres industriales y agrícolas, etc. La nación mexicana no puede seguir olvidando al sector indígena, pues su existencia exige su articulación política para definir una alternativa postcapitalista:
“A diecisiete años de su aparición política publica el EZLN en esencia es un movimiento social anti sistémico y anticapitalista, de composición social mayoritariamente indígena, que lucha frontalmente en contra de los efectos del neoliberalismo y de la así llamada globalización en México y en todo el mundo, al mismo tiempo que reivindica la real vigencia de los valores de la libertad, la justicia social y la democracia, aunque entendidas estas ultimas no bajo una limitada forma tradicional y formal todavía imperantes, sino en sus modalidades mas radicales y genuinamente alternativas.”
“Un movimiento que si bien lucha por la reivindicación de los derechos indígenas y por la defensa de su cultura y de su autonomía-expresadas en su ya celebre lema de que no quieren nunca mas un México sin nosotros, los indígenas, pelea igualmente y desde su propia y saludable irrupción publica, por las demandas sociales y por los derechos económicos básicos mas elementales, que hoy defienden en toda América latina y en todo el mundo, las vastas clases populares, golpeadas en todo el planeta por los desastrosos efectos de las políticas económicas neoliberales: el derecho al trabajo y el pleno empleo, la defensa de la propiedad de la tierra para el que la trabaja, el derecho de una vivienda digna y aceptable, el derecho a servicios completos e integrales y Adecuados a la salud, así como al derecho a una educación de calidad y acorde a las circunstancias históricas en que ahora vivimos.” Y junto a ello, también pelea este movimiento indígena neo zapatista por ciertas demandas sociales y políticas igualmente universales y validas para las clases populares de todo el mundo, que luchan por una verdadera implementación y vigencia de la democracia, entendida como democracia social y no solo política-es decir, como una democracia que debiera estar basada en el principio de “mandar obedeciendo” y no en la lógica de la búsqueda y el cultivo del poder por el poder mismo, así como por la conquista de una libertad radical expresada en todos los ámbitos de la vida social, desde el derecho a la diversidad cultural en todas sus formas, hasta una verdadera y completa libertad de expresión, apoyada por ejemplo en una real vigencia del derecho a la información veraz y por una real justicia, no sesgada por intereses económicos y políticos de cualquier tipo. Demandas y derechos sociales, económicos y políticos que al ser imposibles de cumplir por los gobiernos neoliberales y capitalistas actuales de México y América latina, convierten a este movimiento indígena chiapaneco en un claro movimiento anti sistémico y anticapitalista.”Carlos Antonio Aguirre Rojas. Encrucijada del neo zapatismo mexicano. Instituto de investigaciones sociales. UNAM.
Por todo ello, es indudable que hoy el EZLN se ha convertido en un polo de atracción fundamental y de referencia para los movimientos revolucionarios en el mundo. Chiapas y todo el sur de México como lo demuestran los conflictos y movimientos que se han estado desarrollando, como se ve en la lucha magisterial democrática y en las luchas de las secciones democráticas del sindicato de trabajadores petroleros, entre otros, por la democracia y justicia social, han comenzado exigiendo simplemente una nivelación respecto al desarrollo histórico global, económico, social, político y cultural que el país ha alcanzado durante el siglo XX y la primera década del XXI. Esta nivelación quiere decir, que se rompan las ataduras de milenios de no tener acceso a una vida municipal democrática, a una democracia social, no solo electoral, una democracia política, de un gobierno del pueblo para el pueblo.
El neo zapatismo chiapaneco representa: La defensa y actualización, hoy todavía incipiente pero clara, de una lógica no capitalista, en la que de lo que se trata es de cuidar y cultivar al hombre y no a las cosas, en donde lo que cuenta no es la acumulación de capital sino el valor de uso concreto de la naturaleza y de la vida social. Un proyecto que apuesta por la humanidad en contra del dinero, por la solidaridad frente a la competencia, por la paz y el apoyo mutuo en contra de la guerra. Una lucha indígena no capitalista , porque la crisis de dominación de la burguesía, les obliga a seguir con sus tradiciones milenarias comunitarias y cooperativistas y anticapitalistas porque el Tratado de libre comercio, fue un factor primordial para profundizar la crisis en el campo y elevar la marginación indígena.
Por lo anterior, reproducimos las siguientes palabras:
Pero como quiera los malos gobiernos no cumplían, y entonces pues hicimos un plan de hablar con muchos mexicanos para que nos apoyan. Y entonces pues primero hicimos, en 1997, una marcha a la Ciudad de México que se llamó "de los 1,111" porque iban un compañero o compañera por cada pueblo zapatista, pero el gobierno no hizo caso. Y luego, en 1999, hicimos una consulta en todo el país y ahí se miró que la mayoría sí está de acuerdo con las demandas de los pueblos indios, pero los malos gobiernos tampoco hicieron caso. Y ya por último, en 2001, hicimos la que se llamó la "marcha por la dignidad indígena" que tuvo mucho apoyo de millones de mexicanos y de otros países, y llegó hasta donde están los diputados y senadores, o sea el Congreso de la Unión, para exigir el reconocimiento de los indígenas mexicanos.
Pero resulta que no, que los políticos que son del partido PRI, el partido PAN y el partido PRD se pusieron de acuerdo entre ellos y nomás no reconocieron los derechos y la cultura indígenas. Eso fue en abril del 2001 y ahí los políticos demostraron claro que no tienen nada de decencia y son unos sinvergüenzas que sólo piensan en ganar sus buenos dineros como malos gobernantes que son. Esto hay que recordarlo porque ya van a ver ustedes que ahora van a decir que sí van a reconocer los derechos indígenas, pero es una mentira que echan para que votemos por ellos, pero ya tuvieron su oportunidad y no cumplieron.
Y entonces pues ahí lo vimos claro que de balde fueron el diálogo y la negociación con los malos gobiernos de México. O sea que no tiene caso que estamos hablando con los políticos porque ni su corazón ni su palabra están derechos, sino que están chuecos y echan mentiras de que sí cumplen, pero no. O sea que ese día que los políticos del PRI, PAN y PRD aprobaron una ley que no sirve, pues lo mataron de una vez al diálogo y claro dijeron que no importa lo que acuerdan y firman porque no tienen palabra. Y pues ya no hicimos ningún contacto con los poderes federales, porque entendimos que el diálogo y la negociación se habían fracasado por causa de esos partidos políticos. Vimos que no les importaron la sangre, la muerte, el sufrimiento, las movilizaciones, las consultas, los esfuerzos, los pronunciamientos nacionales e internacionales, los encuentros, los acuerdos, las firmas, los compromisos. Así que la clase política no sólo cerró, una vez más, la puerta a los pueblos indios; también le dio un golpe mortal a la solución pacífica, dialogada y negociada de la guerra. Y también ya no se puede creer que cumpla los acuerdos a los que llegue con cualquiera. Ahí lo vean para que saquen experiencia de lo que nos pasó. Sexta declaración de la selva lacandona. EZLN
Analizar a México desde una perspectiva del sureste y en particular desde Chiapas, significa que la crisis de dominación política de la burguesía esta convertida en esa paradoja de que la clase política capitalista ya no puede gobernar a nombre de la sociedad y la clase mayoritaria, la clase proletaria, todavía no esta preparada para tomar el poder, creando un vacio de poder, en donde los grupos mas reaccionarios de la derecha ganan terreno, para imponer una lógica de predatoria sobre la sociedad, haciendo de una guerra insensata y cruel, su bastión para alinear a las clases medias a un fascismo declarado y desvergonzado sobre la mayoría de la sociedad y restando la posibilidad de que estas clases medias en su pauperización se alíen al proletariado en su lucha por el cambio social y de gobierno y régimen político.
Los sectores sociales postergados y rezagados del sureste mexicano y de Chiapas -en su mayoría campesinos indígenas y mestizos depauperados- están desarrollando una lucha en un contexto por un ajuste estructural y que sus riquezas naturales no solo sean explotadas para beneficio de la burguesía en el poder, sino que esta riquezas naturales sean en beneficio de las mayorías de la sociedad y de los indígenas originarios en particular.
Fuentes:
Chiapas en perspectiva histórica. Carlos Antonio Aguirre rojas. Instituto de investigaciones sociales.UNAM
Chiapas, América Latina y el sistema-mundo capitalista. Carlos Aguirre Rojas. Instituto de investigaciones sociales. UNAM.