sábado, 13 de agosto de 2011

DAVID HARVEY: EL CAPITALISMO SALVAJE GOLPEA LAS CALLES.


El Capitalismo salvaje golpea las calles.


Escrito por David Harvey*


Agosto 2011


"Adolescentes nihilistas y salvajes", así los llamó el Daily Mail: los jóvenes enloquecidos de todos los ámbitos de la vida que corrían desesperados y sin pensar alrededor de las calles lanzando ladrillos, piedras y botellas a los policias, mientras saqueaban aquí y por allá prendían hogueras, guiando a las autoridades a una persecución divertida, "catch-as-catch-can", mientras "tweeteaban" su camino de un punto estratégico a otro.


La palabra "salvaje" me detuvo en seco. Me recordó como los comuneros en Paris en 1871 fueron representados como animales salvajes, como hienas, que merecían ser (y frecuentemente así era) ejecutados en nombre de la inmaculada propiedad privada, de la moralidad, de la religión y de la familia. Pero entonces la palabra evocó otra asociación: Tony Blair atacando a los "medios salvajes", que durante tanto tiempo estuvieron alojados en el bolsillo izquierdo del magnate Rupert Murdoch solo para después ser sustituidos mientras Murdoch metía la mano en el bolsillo derecho para arrebatar a David Cameron.


Habrá por supuesto el usual debate histérico entre aquellos propensos a ver los disturbios como una cuestión de pura, desenfrenada e imperdonable criminalidad, y aquellos ansiosos de contextualizar los eventos en un marco de mala actuación policial; racismo continuo y persecución injustificada de la juventud y de las minorias; desempleo masivo de la juventud, creciente marginación social, y una política de austeridad sin sentido que no tiene nada que ver con la economía y todo que ver con la perpetuación y la consolidación de la riqueza y el poder personal. Algunos incluso podrán condenar las cualidades sin sentido y alienadas de los muchos empleos (trabajos) y de tantas cosas de la vida cotidiana en medio de la inmensa, pero desigualmente distribuida, potencialidad para el florecimiento humano.


Si somos afortunados, tendremos comisiones y reportes que digan todo lo mismo que dijeron sobre Brixton and Toxteth en los años de Thatcher. Digo "suerte" por que los instintos salvajes del actual Primer Ministro parecen estár más entonados con la activación de los cañones de agua, el llamado a las brigadas de gases lacrimógenos y el uso de balas de gomas, mientras se pontifica untuosamente la pérdida de la brújula moral.


Pero el problema es que vivimos en una sociedad donde el capitalismo se ha convertido rampantemente salvaje. Políticos salvajes engañan a sus expensas, banqueros salvajes saquean todo el valor del erario público, CEOs (gerentes), operadores de fondos de capital y genios del capital privado que saquean la riqueza del mundo, compañías de crédito y telefónicas que cargan gastos misteriosos en las cuentas de todos, "shopkeepers price gouge", y, desde lo más bajo de los estafadores y timadores hasta las más altas esferas políticas y empresariales.


Una economía política de la desposesión masiva, de prácticas predatorias hasta el punto del robo cotidiano, particularmente de los pobres y los vulnerables, los insofisticados y legalmente desprotedgidos, todo eso se ha convertido en la orden del día. ¿Alguién cree que aún es posible encontrar un capitalista honesto, un banquero honesto, un político honesto, un honesto shopkeeper o un comisionario policial honesto? Si, todavía existen. Pero solo como una minoría que todo el mundo considera como estupida. Ponte listo. Obtén ganacias fáciles. ¡Comete fraude y roba! Las probabilidades de ser atrapado son bajas. Y de cualquier forma hay muchas maneras de proteger la riqueza personal de los costos de las fechorías corporativas.


Lo que digo puede sonar impactante. Muchos de nosotros no lo vemos porque no queremos. Ciertamente, ningún político se atreve a decirlo y la prensa solo imprimirá desprecio. Pero mi conjetura es que cada manifestante en la calle sabe exactamente a qué me refiero. Ellos solamente hacen lo que los demás están haciendo, aunque de una manera diferente -más flagrante y visiblemente en las calles. El Tacherismo desencadenó los instintos salvajes del capitalismo (los "espíritus animales" del empresariado, timidamente ellos lo nombraron) y nada ha trascendido en controlarlos. Acuchillar y quemar es ahora el lema de las clases dominantes en prácticamente todas partes.


Ésta es la nueva normalidad en la cual vivimos. Esto es lo que la siguiente gran comisión investigadora debería abordar. Todos, no solo los manifestantes, deben rendir cuentas. El capitalismo salvaje debería ser puesto en juicio por los crimenes en contra de la humanidad, así como por crímenes en contra de la naturaleza.


Tristemente, esto es lo que los manifestantes enloquecidos no pueden ver o demandar. Todo conspira para prevenirnos de verlo y demandarlo. Esta es la razón por la que el poder político con tanta prisa se pone la túnica de la moralidad y de la razón untuosa para que así nadie pueda verla tan descaradamente corrupta y estúpidamente irracional.


Sin embargo, hay destellos de esperanza y luz en todo el mundo. Los movimientos de los indignados en España y Grecia, los impulsos revolucionarios en América Latina, los movimientos campesinos en Asia, todos empiezan a ver a través de la gran estafa que un predatorio y salvaje capitalismo ha liberado sobre el mundo. ¿Que se necesita para que el resto de nosotros lo vea y actue en consecuencia? ¿Cómo podemos empezar de nuevo? ¿Qué dirección debemos de tomar? Las respuestas no son fáciles. Pero una cosa sabemos con certeza: nosotros podemos llegar a las respuestas correctas preguntando las interrogantes correctas.


*Traducción: Yakir Sagal.


Texto original en:


http://davidharvey.org/2011/08/feral-capitalism-hits-the-streets/#more-962

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