Por Francisco Sagal
La instauración de un régimen dominado por los acreedores internacionales, se ha expresado a lo largo de las tres ultimas décadas, como un ataque frontal al nacionalismo latinoamericano y en particular contra los salarios y los sindicatos y también es un ataque dirigido al apoderamiento de las empresas publicas, para su traspaso al sector privado nacional o extranjero de sectores estratégicos como ferrocarriles, gas, petróleo, electricidad, petroquímica y en general, la infraestructura de comunicaciones, puertos, aeropuertos, carretera, y flota marítima. Los EU y aliados europeos-después de la segunda guerra mundial- consideraron improcedente mantener el tipo de colonialismo político y consensaron sustituir el sistema por otro, que permitiese continuar con el control y explotación de los recursos naturales y de los mercados de las áreas periféricas del capitalismo. La reforma al sistema financiero internacional fue la única medida estructural que EU fue capaz de poner en funcionamiento, colocando al resto del mundo bajo el dominio del FMI, BM, TLC, para impulsar programas favorables a su aparato empresarial y favorecer políticas financieras donde la inversión privada seria predominantemente de los EU.
La depresión de 1929 fue determinante en todo el concepto económico domestico e internacional auspiciado por Washington. EU impulso una carrera armamentista y los nuevos avances tecnológicos en el campo militar, una demanda de bienes duraderos de consumo, el dominio del FMI, BM, TLC, para controlar la economía y las finanzas mundiales. EU acicalado por la recuperación japonesa y la fortaleza rusa y china, los percibió como retos a su hegemonía, impulso la competencia intercapitalista y la tendencia de sus corporaciones a trasladar sus plantas al exterior en busca de mano de obra barata, liberarse de las disposiciones sociales exigidas en su nación, lo cual se tradujo en niveles crecientes de inequidad entre los sectores mejor educados y los de menor escolaridad de la fuerza de trabajo, además de que los empleos de estos últimos fueron sometidos a la competencia internacional con el traslado de plantas y salarios mucho mas bajos-Por lo menos hoy en día, los capitales se trasladan con rapidez y obedeciendo a una lógica distinta, hoy buscan mano de obra calificada, por lo que la actualización permanente de los procesos productivos demandan constantemente que los profesionistas, obreros y otros oficios tengan que adquirir el habito de estar al día en conocimientos, muchos de ellos de alto nivel de especialización, lo que abre las expectativas para que las instituciones educativas promuevan una diversidad de cursos, seminarios, talleres, diplomados con la seguridad que si estos responden a las demandas de ese mercado, obtengan respuestas positivas, debido principalmente a que la modalidad por este tipo de modalidad educativa esta presente. Muchas veces las empresas importan la fuerza de trabajo calificada o como en Pemex mejor importan la tecnología, despidiendo por razones políticas a los cuadros técnicos y científicos-.EU intento enclaustrar a América Latina aislándola de Europa y Asia, así como la aceptación torpe del gobierno de Salinas de Gortari-TLC- tratado que ha significado mas daño para México que la misma explotación de la corona española.
Desde el año 2000 hasta nuestros días, virtualmente todos los mecanismos monetarios y financieros se han establecido en la dirección de transacciones entre los países capitalistas centrales, articulados por el FMI, BM, TLC, todo lo cual, no solo no se ha orientado a estimular un desarrollo capitalista autónomo, sino que al contrario, ha incidido de manera cada vez mas intensa, en la dirección opuesta, debilitando y desarticulando el aparato productivo latinoamericano, debilitando y cancelando programas y entes dirigidos a promover la industrialización y la transformación de los recursos naturales, a productos de alto valor agregado, desviando la inversión publica al servicio de la deuda y otros gastos no productivos, propiciando procesos de desnacionalización integral por medio de las privatizaciones, que no son mas que estaciones de paso hacia la extranjerización industrial, agro minera e infraestructural.
La actual etapa de desarrollo capitalista se enmarca en el proceso de expansión del gran capital internacional financiero, así como por la dislocación de los procesos productivos desde los países centrales a la periferia, gracias a las favorables condiciones de inversión y los menores costos de producción. Esta dinámica convierte a la inversión foránea, en eslabón productivo para la integración vertical en buena parte de la región latinoamericana –incluido México- y que ha implicado cambios desde la industrialización sustitutiva, a la promoción de una economía caracterizada por la existencia de ensambladoras, empacadoras agrícolas y maquilas, modificando con ello, la composición del comercio de exportación de la región y estimulando el crecimiento de bienes industriales-76%-,sobre los bienes agrícolas-23%, en estos últimos incluidos los energéticos-9%- minerales-2.8%-.
El peso del país azteca, que concentra la mitad de las exportaciones latinoamericanas, refleja los vínculos contraídos por los gobiernos de ese país con la primera potencia- sea por la hipoteca en que se encuentran los hidrocarburos y el crudo a raíz de los prestamos internacionales altamente condicionados por la presencia de la maquila e industrias de armadora-autos- gracias al favorable estatuto de inversiones, cuyas exportaciones tienen por destino- en un 86%- a los EU. La existencia de múltiples mecanismos coercitivos y expoliatorios-como son las deudas contraídas con el FMI, BM, bancos privados internacionales- las condiciones favorables a las inversiones foráneas, el capital financiero y la presencia predominante de los EU en áreas estratégicas como son agroindustrias, energéticos y minería, se combina con la presencia de capital europeo-español- en bancos y la compra de servicios nacionales vía privatización de empresas de electricidad, agua, gas etc., sectores de los que depende en gran medida las rentas nacionales de los estados. Por lo cual, la región latinoamericana, se ve sometida a una excesiva salida de excedentes y recursos que en la actualidad empequeñece lo realizado en la época mercantilista.
Fuentes: John Saxe Fernández. La globalización. UNAM
Noam Chomsky. El liberalismo mexicano
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