Por Francisco Sagal.*
Los programas políticos del PRI y el PAN son coincidentes: entregar a México a la más grande potencia económica del mundo, los EUA. Sus nacionalismos vociferantes y las desgarraduras de sus vestiduras, son parte de su museo de historia. Sin embargo, dada la coyuntura electoral hacia el año 2012, se presentan como formaciones políticas que luchan por un electorado, que está cada vez más bloqueado por la alta corrupción que impera en la política nacional, en donde los partidos en el poder definen la democracia sin una redistribución social de la riqueza, lo cual no tiene problema con el capitalismo, sino lo alimenta, sobre todo si analizamos el impulso al sector privado asociado a los estadounidenses y si vemos que la clase política mexicana, se apropia de casi la totalidad de la renta petrolera. El diagnóstico es que vivimos sociedades políticamente democráticas, pero socialmente fascistoides. Es decir, hoy tenemos de regreso el fascismo no como régimen político sino como un régimen social. Es la situación de gente muy poderosa, que tiene un poder de veto sobre los sectores más vulnerables y más débiles de la población. El estado ha dejado de tener el control en la regulación social, hay una dominancia de las empresas multinacionales sobre el constitucionalismo, hoy el mercado económico y el mercado político se confunden y se naturaliza la corrupción, la democracia representativa es de simulación política y cuanto más se habla de transparencia menos transparencia hay, en fin la sociedad civil se ve enfrentada al estado.
Los movimientos sociales tienen que realizar alianzas definiendo objetivos sociales y nuevos sujetos sociales del cambio político. Una democracia representativa debe tener como referente e incluyente una democracia participativa. La democracia representativa es dominada por los partidos políticos y la democracia participativa por los movimientos sociales. Se debe dar impulso a la democracia participativa para lograr un presupuesto participativo y una redistribución social ampliada. De esta forma, se logrará ampliar la agenda política con articulación política, ya que hoy el incumplimiento de los programas de los partidos PRI-PAN, y su consecuente pérdida de legitimidad y de credibilidad, es cada vez más grande. ¿Qué importancia tiene gobernar sin el concurso de las mayorías electorales? Por eso la política debe ser recuperada por los movimientos sociales y populares. La derecha política en el país hace uso de la legalidad y de la ilegalidad según cuando les conviene, por lo que no hay sustentabilidad en las políticas sociales. El estado sufre un proceso de colonización por los intereses privados, impulsado por la élite hegemónica de los EUA y aliados. Por tal razón, veamos el caso de Pemex.
La industria petrolera nacional ha sido sometida a una exacción desmedida por el fisco, mientras en el trienio 1980-1982 los ingresos petroleros del gobierno federal representaban el 49.6% del valor global de las ventas petroleras, habiendo retenido Pemex el 50.4% de los ingresos petroleros, durante el trienio 2003-2005 estos mismos ingresos representaban el 76.2% del valor bruto de las ventas petroleras, quedando en manos de Pemex solo el 28.8% de dichos ingresos. Las exacciones de Pemex por el gobierno federal aumentaron en 218.9 miles de millones de pesos por año en 1980-1982, a 640 mil millones por año del 2003-2005, en cambio el gasto programable de Pemex disminuyó y también la inversión física, lo que ha afectado las áreas básicas de la petrolera. A causa de la menor inversión en la exploración, las reservas nacionales probadas de petróleo del periodo 1982-2010 declinaron; en 1990 la mayor importancia la tenía el grupo en desarrollo de exportadores de petróleo no incorporados a la OPEP con el 7.6% de las reservas mundiales -para 32 años-incluido México y este último país paso en 2006 a 10.4 años de sus reservas. Así mismo, se redujo el ritmo de crecimiento de la planta industrial petrolera, la capacidad instalada de refinación, la de la petroquímica, etc. El efecto ha sido el estancamiento en los niveles de producción petrolera, provocando hasta el 2005 una importación creciente de productos petrolíferos en el país, la importación de gasolinas es hasta el presente arriba del 50% nacional. Las reservas probadas de gas hasta el 2005 se redujeron y la producción también presento un rezago frente al consumo interno. La inversión pública en electricidad decreció pasando de una tasa del 8% de producción anual al 4.9% en el 2005.
La deuda interna de PIDIREGAS aumentó en forma creciente hasta el 2007. El modelo neoliberal proveyó energéticos baratos al sector privado, favoreció su desarrollo y modernización. El modelo neoliberal utilizó los energéticos como un instrumento de recaudación fiscal, elevando los derechos e impuestos directos sobre hidrocarburos. El modelo neoliberal no solo ha afectado el desarrollo del sector energético al recortar las posibilidades de expansión y modernización, también ha afectado al desarrollo económico nacional. El modelo neoliberal ha contribuido a elevar los precios de los productos energéticos por encima de los productos estadounidenses, afectando la productividad de nuestras plantas. Las inversiones realizadas bajo el esquema de pideregas han desplazado a las empresas mexicanas de ingeniería y fabricación de bienes de capital, que se encuentran en desventaja frente a competidores internacionales. La industria petrolera mexicana debe generar tecnologias propias, es necesario una restructuración fiscal que permita a Pemex retener una proporción mayor de sus ingresos y sean suficientes para realizar sus inversiones con la celeridad debida. Hoy más del 90% del gasto de inversión de Pemex se realiza para contratar empresas extranjeras.
Por eso hoy afirmamos que Pemex pasó de ser una palanca al desarrollo nacional a un botín de intereses privados de la clase política nacional. Mediante un proceso de apertura gradual y progresiva se concibió sustituir el control directo del estado en materia de petróleo, gas natural y petroquímica plasmado en la constitución, por una serie de mercados en cascada donde participan empresas nacionales y extranjeras, teniendo dominio las empresas multinacionales que trabajan mediante un sistema de contratos y permisos. Es el esquema del papel del estado limitado como propietario de los recursos naturales, rector de la actividad y regulador de la competencia, eludiendo su responsabilidad constitucional de realizar directamente la explotación de los hidrocarburos. La industria petrolera mexicana se privatiza, se extranjeriza y a Pemex se le desmantela, se abultan pasivos para robarse los activos, se le trata de crear un desastre promovido por el mismo gobierno de calderoni con la única finalidad de privatizar las actividades y reducir a Pemex a su mínima expresión, casi a colocarla como una agencia de noticias de lo que hacen las empresas multinacionales y ver como se llevan la riqueza petrolera. Las clases pudientes son las principales beneficiarias de las cuantiosas rentas que genera el sector energético, pues no se les cobra impuestos y si evaden no se les persigue. Hacienda prefiere aumentar la extracción de crudo y mantener elevados los precios de los combustibles y la electricidad, que hacer una reforma fiscal que afecte al capital y a las familias de altos ingresos.
Por otro lado, podemos afirmar que los países que se han especializado en la extracción y exportación de recursos naturales, normalmente no han logrado desarrollarse. La profusión de recursos naturales tiende, entre otros procesos, a distorsionar la estructura y la asignación de recursos económicos, a distribuir regresivamente el ingreso nacional y concentrar la riqueza en unas cuantas manos, mientras se generaliza la pobreza, se originan crisis recurrentes y se consolidan mentalidades rentistas, además de profundizar la débil y escasa institucionalidad alentando la corrupción y el deterioro del medio ambiente. La declinación creciente de la producción petrolera, el fracaso del plan de negocios de calderoni, los financiamientos de la petrolera nacional están hoy en el sector privado desde 2006, las alianzas estratégicas y asociaciones integrales en el sector, son diversos mecanismos de apertura indiscriminada y venta de bonos que solo benefician a los segmentos altos, la proyección de crear una bolsa internacional para el financiamiento de proyectos de explotación con países altamente desarrollados con el aval y futuro pago de facturas de la venta futura del petróleo, el desdén de la misma burguesía nativa a no tomar el ofrecimiento de bloques territoriales etc., una pretendida contra reforma del artículo 27 construccional para abrir el paso a las empresas multinacionales, es el escenario que los partidos políticos oficiales dan al pueblo mexicano. Las contradicciones que esto conlleva, destaca un consumo mayor del petróleo en las regiones con altas poblaciones metropolitanas y el desequilibrio ecológico de la biosfera hasta el punto en que comienza a resultar imposible el desarrollo capitalista con los patrones técnicos energéticos actuales vigentes.
Fuentes:
La democracia política. B. de Souza Santos.
Política energética. José Luis calva. Instituto de Investigaciones Económicas. UNAM.
Petróleo, rentismo y subdesarrollo: ¿una maldición sin solución? Jurgen shuldt y Alberto acosta.
La producción petrolera. Flavio Barbosa cano. Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM.
Petróleo, gas natural y Pemex, proceso de privatización y alternativas. Víctor rodríguez padilla. UNAM.
*Ilustración de El Fisgón.
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